sábado, 14 de junio de 2014

Salto de Eyipantla, San Andrés Tuxtla, Veracruz, México

En mi último viaje a Veracruz, me puse a ver qué podría visitar en la ruta Veracuz-Catemaco. Con una no tan sonada publicidad para este lugar, encontré el salto de Eyipantla.



La cascada es muy bonita, al momento, es la más bella que he visto en México. Ya veremos si se queda con ese título. En medio de la investigación acerca del lugar, descubrí que es la cascada más alta de Veracruz (60 metros de alto) y es alimentada del Río Grande de Catemaco. Está muy cerca de Catemaco, a unos 12 kilómetros.

Para llegar en auto, programé la ruta en Google Maps. Pasando San Andrés Tuxtla, me indicaba un camino medio raro, así que mejor decidí seguir los letreros. Y bueno, después de no hacerle caso al Google Maps dos veces, ya me indicó el camino que concordaba con los letreros. Primero tomé una carretera más o menos, pasé una placita y luego tomé el camino hacia el Salto de Eyipantla. La carretera era horrible, en muy muy mal estado. Por un momento me dio pena el que el acceso de esta atracción natural estuviera en tan mal estado. ¿Cómo se puede atraer más turismo así?

Después del terrible camino, por fin llegué al pueblo. De inmediato, niños locales empezaron a acercarse al carro ofreciendo servicios de guía. Decidí explorar por mi propia cuenta. Hay un estacionamiento no muy grande al llegar a la cascada, que al menos tiene algo de infraestructura. La entrada está plagada de tienditas de ropa, artesanías y comida, de manera que no se ven muy bien las entradas. Hay dos, una que te lleva al mirador, a un lado de donde está la caída de agua. Pasas un puente colgante que pues, es muy divertido, como un buen puente colgante, caminas como si anduvieras un poco borracho. Después del puente, puedes comprar una gelatina o algo de fruta antes de llegar al mirador. 


Por supuesto, desde que llegué, oí que se mencionaba que esta cascada era la famosa cascada que apareció en Apocalypto de Mel Gibson, la escena donde el protagonista salta y deja atrás a quienes lo perseguían.

Después del mirador, regresé por el puente colgante y volviendo a la entrada principal, se puede encontrar la escalera de descenso. Ahí dice que son 244 escalones (¡Los conté!) que bajarlos no representa problema, y al subirlos sólo un poco si quieres hacerlo rápido. Bajando hay más tienditas, vendimias, se ofrece una limpia con un chamán y también tratamientos de barro. Ahí se puede apreciar la cascada en todo su esplendor.



Y al otro lado, la exhuberante vegetación.




Si te acercas más hacia la cascada, todavía hay un área donde se pueden tomar fotos mientras te empapas con la brisa. De regreso, compras algunos recuerditos (Yo le compré unos dulces a una niña que parecían como bolitas de tamarindo, pero en realidad eran huesos de tamarindo con una pequeña capa de dulce y otros eran prácticamente plastas de azúcar. No los recomiendo.), y de nuevo los 244 escalones, que ahora parecen unos pocos más.

Si vas en la ruta de Veracruz a Catemaco, no puedes dejar de pasar por el Salto de Eyipantla.


- M

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